Es muy probable que algunos de nuestros lectores tengan problemas de ansiedad. Lo cierto es que se trata de un inconveniente bastante habitual y que afecta a millones de personas. Por ello, en esta ocasión vamos a distinguir entre la ansiedad y el hambre, ya que es una de las sensaciones que nos produce.
Qué es la ansiedad
La ansiedad es un fenómeno psicológico que afecta a todo el mundo. Se trata de algo muy beneficioso e imprescindible en nuestra vida, pero el problema llega cuando no sabemos controlarla, derivando en ataques de mayor o menor importancia que, aunque nunca tendrán un efecto físico preocupante en nosotros, lo cierto es que nos hace pasarlo bastante mal.
La ansiedad es algo cada vez más frecuente en la sociedad actual debido al estrés en el que nos vemos envueltos. Por ello, la mejor forma de combatirla es teniendo una buena alimentación y practicando ejercicio físico además de curándonos mentalmente. No olvidemos la conocida cita de las Sátiras de Juvenal “mens sana in corpore sano”.
La alimentación en períodos de ansiedad
En primer lugar, debemos tener muy claro que cuando tenemos ansiedad, lo más normal es que tengamos también sensación de hambre. Es por ello que muchas personas optan por comer y de esta forma sienten una disminución del estrés.
Por ello, lo primero que tenemos que hacer es distinguir entre hambre y ansiedad. A partir de aquí, es muy importante que respetemos los horarios que nos hayamos impuesto. Además, también debemos procurar comer siempre sentados a la mesa y relajados.
En el caso de que sintamos ansiedad y tengamos la necesidad de comer, existen distintas actividades físicas que nos pueden suplir esta sensación. Dependiendo de las afecciones que nos produzcan los ataques, podremos realizar diversas tablas.