Dejar de fumar y no engordar es algo que todos nos proponemos en algunos momentos de nuestra vida. Aunque parezca difícil, a continuación vamos a dar algunos consejos interesantes que nos pueden ayudar en este sentido.
La ansiedad al dejar de fumar
La principal razón por la que cuando dejamos de fumar empezamos a tener más antojos y tendemos a comer una mayor cantidad y peores alimentos es fundamentalmente la ansiedad.
La ansiedad por la retirada de la nicotina causa una sensación que se puede confundir perfectamente con el hambre, por lo que especialmente durante los primeros días tendremos la sensación de que necesitamos comer una mayor cantidad, y aun así no logramos saciarnos del todo.
Por otra parte, el hecho de fumar hace que tengamos la sensación de tener menos hambre, ya que “llenamos” esta voz interna.
Por ello, a continuación vamos a dar algunos consejos que pueden ayudarnos a no engordar cuando dejamos de fumar.
Evitar engordar al dejar el tabaco
Si hemos decidido dejar el tabaco y no queremos engordar, en primer lugar deberemos medir bien las cantidades de comida que ingerimos así como las calorías que nos aportan.
Una de las mejores técnicas en este sentido es optar por consumir estos días alimentos saciantes que contengan pocas kilocalorías. La fruta y verdura serán nuestros mejores aliados, además de que acelerarán bastante la limpieza de nuestro organismo y nos ayudarán a tener más fuerza para deshacernos del desagradable tabaco.
Otro truco que se suele utilizar en estos casos es beber agua. Generalmente se recomienda la ingestión de al menos 2 l de agua diarias, por lo que puede ser un sistema fantástico que además nos dará la sensación de que estamos más llenos.