Es bueno tener siempre en casa una planta de menta, ya que se trata de un ingrediente fantástico que otorga un sorprendente sabor a nuestros platos a la vez que nos ofrece algunas propiedades curativas muy interesantes.
Los beneficios de la menta
Uno de los mejores efectos que produce la menta en nuestro organismo es el hecho de que facilita la digestión, algo especialmente indicado para aquellas personas que padezcan de ardores o incluso dolores después de comer.
No obstante es importante tener en cuenta que existe una variedad bastante amplia de tipos de menta, por lo que para cada caso tendremos que centrarnos en la más efectiva.
Otra forma de utilizar la menta es incluyéndola en las ensaladas, ayudándonos de esta forma a combatir las diarreas, los dolores estomacales, los problemas de nervios, la ansiedad, el malestar general, los dolores de cabeza e incluso es fantástica para evitar problemas cardíacos y combatir el mal aliento.
Por esa razón, la menta está especialmente indicada para las personas que están pasando por un mal momento o padecen depresión.
Y si practicamos deporte con cierta regularidad, la menta también nos ayudará a combatir los calambres y mareos.
Otros beneficios de la menta
Además de los beneficios descritos anteriormente, la menta también es ideal para solucionar los problemas de riñones e hígado y para evitar las náuseas.
Si tenemos una planta de menta en casa, lo que podemos hacer es dejar que sequen las hojas en un lugar seco, ventilado y con sombra, y posteriormente las pulvericemos para poder utilizarla como infusión.