Muchas veces, las personas antes de hacer las cosas, lo que llegan aponer primero son pretextos para no hacerlas, a pesar de que esto les traiga un gran beneficio no tanto económico sino de salud para su cuerpo y es justamente lo que ocurre frente al ejercicio, al cual muchos le llegan a poner cientos de miles de “peros” para realizarlo, aunque sabemos que esto solo son pretextos para no hacer las cosas.
Por una parte, está el siempre eficiente pretexto de “No tengo tiempo para hacer ejercicio” el cual obviamente está más que obsoleto y descartado para funcionar puesto que todos tenemos al menos 30 minutos para hacer una actividad deportiva que requiera de esfuerzo físico, y esto no necesariamente implica ejercicio en un gimnasio ¿Usted no cuenta con escaleras cerca de su casa? Puede subir y bajar en ellas, ¿Usted no tiene un hogar en el que pueda caminar por su colonia, barrio o unidad? Dele algunas vueltas a la manzana, camine, ese es uno de los mejores ejercicios.
Otro de los siempre eternos pretextos es el de “El ejercicio se me hace aburrido” para el cual, puede que sea cierto pero con un pequeño cambio puede pasar de aburrido y/o tedioso a divertido y agradable ¿Cómo? ¡Agréguele música! Si usted se pone sus audífonos mientras camina, mientras hace abdominales en casa, mientras hacer lagartijas, etc entonces le aseguro que lo último que estará en su mente es el ejercicio en sí y el tiempo se le pasará volando, eso se lo aseguro