A estas alturas ya nadie duda de los extraordinarios resultados que la actividad física produce sobre la salud y la esperanza de vida de la población. Por eso, los expertos se esfuerzan para inventar nuevas formas de ejercicio con el fin de que nadie por edad, sexo o condición quede excluido.
En los últimos años, la gimnasia light ha proliferado en todo el mundo. Estados Unidos es le país pionero en este tipo de técnicas. Muchos de estos aficionados la practican de manera exclusiva, otros la alternan con otras actividades más fuertes.
Una de las innovaciones, que atiende a la siglas de PNF, se extiende con especial rapidez, ya que desarrolla la flexibilidad de forma realmente asombrosa. La PNF es, en su origen, una técnica de rehabilitación aplicada por traumatólogos o fisioterapeutas a personas lesionadas. Consiste en realizar contracciones musculares sin movimiento, seguidas de estiramientos asistidos.
La gran ventaja sobre el streiching (estiramiento sin resistencia) es que el gasto calórico es mayor, así como el desarrollo de tono y flexibilidad. Al ser un trabajo más activo, exige un esfuerzo que produce cansancio, y, terminada la sesión, la relajación es notable.
Los entrenadores olímpicos americanos, cuyos conocimientos y experiencia son constantemente requeridos por monitores inquietos, empezaron a introducirlos como forma de mantenimiento hace varios años.
Al principio se realizaba con parejas: una persona aplica la fuerza y la otra ofrece la resistencia. El trabajo por parejas goza del requerimiento que aporta el contacto físico y la contaminación, pero al no ser siempre posible, pues es frecuente que no haya otra persona a mano con quien ejercitarse, es importante crear la forma de hacer PNF en solitario.