En esta ocasión vamos a hablar de los tipos de ácidos grasos y la importancia de su ingestión para nuestro organismo.
Qué son los ácidos grasos
Los ácidos grasos son moléculas que pueden estar formadas por un número diferente de átomos, los cuales se unen entre sí (siempre a través de los átomos de carbono) mediante enlaces coovalentes que pueden ser dobles o sencillos.
Estas moléculas también se unen entre sí y dan lugar a las conocidas como grasas o lípidos, los cuales se clasifican atendiendo a la proporción de ácidos grasos que contienen.
La forma de almacenarse es convirtiéndose en triglicéridos y acaban alojados tanto en el músculo como en los tejidos encargados de reservar las grasas.
Los tipos de ácidos grasos
Principalmente podemos encontrar tres clasificaciones dentro de los ácidos grasos que son las siguientes.
- Ácidos grasos saturados: se consideran ácidos grasos saturados aquellos cuyos átomos de hidrógeno nos están completos.
- Ácidos grasos monoinsaturados: por su parte, los ácidos grasos monoinsaturados son los que pierden dos átomos de hidrógeno.
- Ácidos grasos poliinsaturados: finalmente tenemos los ácidos grasos poliinsaturados los cuales se identifican al carecer de al menos dos pares de átomos de hidrógeno.
Los ácidos grasos esenciales
También es importante tener en cuenta que hay que destacar los ácidos grasos esenciales, que son aquellos ácidos grasos que nuestro organismo no tiene la capacidad de sintetizar, lo que significa que tan sólo podemos obtenerlos a través de la dieta.
Estos ácidos grasos son el linoleico, el linolénico y el araquidónico, y por ello es importante incluirlos cada semana para poder disfrutar de sus beneficios.