A continuación vamos a comentar algunos trucos que nos ayudarán a comer menos y de esta forma ingerir una menor cantidad de calorías.
No sustituir las grasas por carbohidratos de alta densidad
En primer lugar, ocurre que muchas personas eliminan las grasas de su dieta habitual para perder peso pero las sustituyen por carbohidratos excesivamente energéticos. Esto hace que en lugar de perder peso incluso podamos llegar a ganarlo.
Por ello, en el caso de que queramos perder peso es imprescindible que prestemos atención tanto a las grasas como a los carbohidratos.
Elegir bien dónde comer
Al hablar de elegir el sitio más adecuado para comer, nos referimos tanto al entorno como a los cubiertos y platos que utilicemos.
Es importante que el entorno no cuente con excesivos estímulos que nos puede llevar a querer comer más de lo que necesitamos. Por ejemplo, todos conocemos algunos restaurantes donde se muestran imágenes de comida por todos lados. Esto es bastante negativo ya que nos incita a comer mayores cantidades.
Por otra parte, también es aconsejable utilizar cubiertos pequeños así como recipientes pequeños (platos). Aunque la cantidad que ingiramos sea la misma, al comer directamente de estos elementos pequeños, mentalmente tenemos la sensación de que estamos comiendo una mayor cantidad, por lo que existe lo que podríamos denominar como un saciado psicológico.
Apoyarnos en el agua
El agua, además de ser imprescindible en nuestra dieta, nos puede ayudar a necesitar comer menores cantidades. No nos referimos tanto a beber agua directamente, sino que es un elemento imprescindible a la hora de cocinar nuestros platos. Por ejemplo, podemos preparar sopas o inclusive ensaladas con verduras que contengan grandes cantidades de agua.