El limón es una fruta que cuenta con algunas características muy interesantes, pero lo mejor de todo es que en España abunda considerablemente, por lo que no tenemos excusa alguna para no incluirlo en nuestra dieta, y más teniendo en cuenta el gran aporte vitamínico que supone su consumo así como la propiedad de prevenir las infecciones.
El limón, agrio pero resultón
Pocas son las frutas que cuentan con un sabor tan característico como es el caso del limón, pero en interior guarda fervorosamente un cúmulo de vitaminas y minerales, flavinoides, ácidos, salicilatos e incluso aceites esenciales que son imprescindibles para gozar de una buena salud y conseguir el máximo rendimiento a la hora de practicar deporte.
Gracias a todo esto se trata de un antibiótico de origen natural que aumenta nuestras defensas, leucocitos, consigue una mayor fluidez de la sangre, es diurético, previene la aparición de tumores de piel (ideal para el verano), hígado, estómago y colon fundamentalmente.
También nos ayuda a blanquear la dentadura, aunque es importante lavar bien siempre los dientes después de su consumo, ya que puede afectar con el paso del tiempo a la placa dental.
Y por supuesto, también nos puede servir como remedio de urgencia para desinfectar una herida, ya que es antiséptico, antibacteriano, antivírico y antifúngico.
Los nutrientes del limón
Un limón puede aportar unas 22 kcal, y a cambio nos ofrece 0,3 mg de cobre, 83,2 mg de vitamina C, 0,1 mg de vitamina B1 y 13 mg de magnesio entre otros nutrientes fantásticos para garantizar una salud a prueba de bombas.